ELECCIONES NACIONALES 2025 EN SALTA en estos días se siente como un silencio de radio, a partir de la presentación de frentes, comienzan las negociaciones para ver que pre candidatos llegan a la lista impresa. Muchas políticos andan con la tárraga y la zaranda a cuestas hasta el 17 de agosto que se inscriben los postulantes a representantes del pueblo. Si bien por algunos frentes ya se han adelantados nombres pero faltan a ver que consenso y aceptación tienen entre la ciudadanía salteña. Entre los que ya presentaron sus candidatos se encuentra el frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad (FITU). Y los otros frentes van presentando pre candidatos que en algunos casos suman y en otros restan votos.
Página destinada a difundir publicaciones referidas a la cuestión aborigen, educación, derechos humanos, política y a la docencia en Salta.
sábado, 9 de agosto de 2025
viernes, 8 de agosto de 2025
FUERZA PATRIA SALTA *LECCION NACIONAL EN SALTA, OCTUBRE 2025
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miércoles, 6 de agosto de 2025
Rumbo a octubre: tres polos y múltiples fragmentaciones en el mapa político salteño
A pocas semanas del inicio formal de la campaña nacional, en Salta ya se delinean los principales bloques electorales. Lejos de una polarización clásica, el escenario muestra tres grandes polos: derecha, izquierda y peronismo, aunque cada uno arrastra sus propias fracturas internas.
1. La Libertad Avanza: el nuevo bloque conservador
La fuerza que lidera Javier Milei a nivel nacional se consolida en Salta como cabeza de una alianza que trasciende su núcleo original. A su alrededor orbitan sectores del radicalismo conservador, partidos tradicionales y figuras que, sin demasiados reparos ideológicos, se suben al tren libertario por conveniencia táctica.
Así, la derecha salteña encuentra una expresión electoral potente, ordenada y sin demasiadas contradicciones discursivas de cara a octubre. El arrastre de Milei sigue siendo el principal capital político de esta coalición en formación.
Detrás del relato de libertad individual, la propuesta política de LLA sugiere una sociedad donde solo quienes cuentan con recursos económicos tienen un lugar garantizado, mientras que el resto parece destinado a desaparecer en nombre de un supuesto bien común. Una visión que, en términos históricos, recuerda más a la ciudad espartana que a un proyecto democrático moderno.
2. La izquierda y su histórica vocación de dispersión
En el otro extremo del tablero, los sectores de izquierda repiten una constante: múltiples listas, espacios divididos y luchas intestinas que impiden construir una propuesta común.
Aunque comparten una ideología crítica del modelo extractivista y una mirada anticapitalista, la izquierda salteña no logra superar su histórica "bolsa de gatos". Las diferencias tácticas o los protagonismos personales se imponen sobre la unidad estratégica.
Una vez más, la fragmentación les juega en contra.
3. El peronismo, entre rupturas y transiciones
El caso del peronismo merece un análisis particular. A diferencia de otras fuerzas, el movimiento justicialista en Salta no solo se fragmenta: sus divisiones reflejan disputas de fondo, tanto ideológicas como generacionales y estructurales.
Hoy el peronismo se encamina a presentarse dividido en tres listas diferenciadas:
El conservadurismo liberal, que encontró cobijo en el saencismo, prioriza la gobernabilidad local por sobre la identidad doctrinaria. Este sector se alinea con el modelo nacional en curso.
El conservadurismo local, vinculado al urtubeicismo, busca reciclar viejas formas de liderazgo a través de nuevas alianzas. Imagina una sociedad similar a la romana, con patricios y clientelas.
El peronismo militante, articulado con sectores del campo nacional y popular, combina trabajo territorial, formación política y presencia en áreas estratégicas del Estado. Reivindica la doctrina, la movilización y la historia del movimiento, aunque arrastra un problema crónico: una dirigencia vitalicia que, al no renovar liderazgos, termina hartando a la ciudadanía por su retorno constante a las listas.
Este último sector aún debe saldar tensiones internas y consolidar una conducción clara si pretende disputar con fuerza.
¿Qué se juega en octubre?
El panorama actual muestra una sociedad salteña sin síntesis claras. Las alianzas se arman más por cálculo que por convicción, y los proyectos de provincia ceden ante las roscas coyunturales.
La dispersión es la regla, incluso en espacios que históricamente se reivindican como mayoritarios.
En este contexto, octubre representa una oportunidad no solo para elegir listas, sino también para interrogar sentidos, cuestionar relatos y evaluar trayectorias.
Las elecciones no resuelven todo, pero pueden abrir debates necesarios. Y en tiempos de confusión ideológica, recuperar la palabra y el análisis colectivo también es un acto político.
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